Morderse las Uñas
Morderse las uñas es verdad que no tiene edad, es un hábito que puede desarrollarse tanto en niños como en adultos. Suele empeorarse en situaciones de estrés, algunas personas son incapaces de dejar de mordérselas porque sienten que ya forman parte de su personalidad.
El hábito de mordernos las uñas es conocido como Onicofagia y es considerada una patología de carácter psicológico.
En las uñas hay virus y bacterias que nos llevamos a la boca al morderlas y nos pueden enfermar. Podemos crearnos heridas por llegar a morder hasta nuestra propia piel.
El mordernos las uñas podemos tener efectos negativos como:
– Sensibilidad dental: tus dientes rozan bruscamente al morderte las uñas y puede provocar que el esmalte erosione, provocando un desgaste y sensibilidad.
– Inflamación de las encías: puede provocar daños en la encía por la cantidad de bacterias que pasan de los dedos a la boca constantemente, esto puede crear gingivitis.
– Dificultad al masticar: la mandíbula está sometiendo mucha fuerza lo que ocasiona cambios en la articulación.
– Halitosis: ¡mal aliento! ¡traspaso de bacterias a nuestra boca!
– Bruxismo: al morder tus uñas corres el riesgo de padecer bruxismo una patología en la que presionas tus dientes involuntariamente.
-Caries: dado que las manos son una gran incubadora de bacterias, al morderte las uñas corres el riesgo de que estas lleguen a tu boca y por tanto de producirte caries.