Las mascarillas a la salud bucodental
Expertos de la Universidad CEU San Pablo analizaron la “nueva normalidad” y concluyeron que el mal aliento y la decoloración de los dientes (como manchas o caries) son comunes al utilizar este tipo de producto.
Durante casi un año, las máscaras se han convertido en parte de nuestra vida cotidiana de una manera que antes solo estaba disponible en películas de ciencia ficción. Desde entonces, la gente ha tenido muchas reflexiones sobre su uso y sus posibles consecuencias para nuestra salud social, emocional y física. Por tanto, en cuanto a su impacto en la cavidad bucal, han aparecido diferentes problemas en la población.
Para resolver estas dudas, Marta Bruna del Cojo, profesora de Ortodoncia de la Universidad CEU San Pablo, explicó algunas de las consecuencias de llevar una mascarilla, aludiendo a las opiniones de referencia y análisis de expertos de diferentes países y asociaciones profesionales de odontología internacionales y Sociedades, como El primer distrito del Colegio de Odontólogos y Medicina Dental, el Consejo General de Cirujanos Dentistas de España o la Asociación Dental Americana.
Halitosis
Cuando usamos una máscara, el aire que exhalamos por la nariz y la boca permanece en contacto con el sistema olfativo durante más tiempo, lo que nos hace conscientes de nuestra respiración. Por lo tanto, es probable que las personas que sufren de mal aliento debido al uso de mascarillas ya padecieran halitosis previamente, pero no eran conscientes de ello.
Por otro lado, es cierto que utilizar una mascarilla más del tiempo recomendado (para las mascarillas quirúrgicas son efectivas durante unas 4 horas), esto inutilizará la mascarilla, provocará la acumulación de saliva y producirá un olor desagradable.
Alteraciones dentales: tinciones, caries y enfermedad periodontal
La hipoxia (falta de oxígeno) destruye la coexistencia normal de diferentes bacterias en la cavidad bucal. Esta inestabilidad del equilibrio bacteriano favorece a las bacterias anaeróbicas, que provocan patologías más graves como la caries y la enfermedad periodontal por pigmentación externa en los dientes. Sin embargo, el Dr. Del Cojo dijo: «Es muy poco probable que el uso correcto de máscaras cause las condiciones hipóxicas que causan esta desnutrición».
Cambios en nuestros hábitos
Cabe mencionar que el hecho de que la parte inferior del rostro se cubra unas 8 horas diarias hará que nos «olvidemos» de ella, reduciendo así su debida importancia. Además, desde la aparición de esta «nueva normalidad», muchos de nuestros hábitos han cambiado. “Por el miedo a la infección, o porque algunas instituciones no permiten el uso de cepillos de dientes en el baño, esto se ha vuelto muy difícil porque el virus puede transmitirse al rociar” explicó la Profesora de CEU USP.
Además, la experta oral explicó: “Usar una mascarilla durante mucho tiempo hará que consumamos menos líquido porque nos preocupa que se nos quite la mascarilla y no haya ninguna medida protectora”. En este sentido, señaló: “Falta de agua provocará alteraciones bucales que favorecen el desarrollo de enfermedades bucales. Dado que el agua ayuda al proceso de autolimpieza de la cavidad bucal, en el caso del agua fluorada, aportará flúor y favorecerá la producción de saliva «.
Por tanto, a partir de los conocimientos actuales, “podemos concluir que la máscara en sí no constituye la causa de la patología bucal”. «Partiendo de la base de que debemos elegir siempre la mascarilla más adecuada y utilizarla correctamente, es importante que no descuidemos la salud bucal. Por ello, debemos mantener una dieta saludable, no descuidar nuestra higiene bucal, y seguir una adecuada programa de chequeo «, enfatizó la doctora.